Remodelar una casa puede ser emocionante, pero también puede convertirse en un pequeño caos si no se planifica bien el resguardo de tus cosas. Entre el polvo, los escombros y la entrada y salida constante de personas, tus pertenencias pueden terminar dañadas, perdidas o simplemente desordenadas por semanas.
Este artículo reúne estrategias concretas para guardar tus cosas de forma segura y mantener el control durante todo el proceso de remodelación.
El principal enemigo: el polvo (y el desorden)
El polvo de obra no es como el polvo común. Es fino, se mete en todos lados y puede dañar textiles, electrodomésticos y objetos sensibles como libros o aparatos electrónicos. Además, cuando no hay un orden claro, es fácil perder cosas o no encontrarlas cuando las necesitas.
Por eso, el primer paso antes de que empiece cualquier trabajo es sacar todo lo que se pueda del área de remodelación. Dejarlo “tapado con una sábana” no basta. Lo ideal es trasladarlo temporalmente a una zona segura de la casa o considerar el arriendo de una minibodega si el espacio es limitado.
¿Cartón, bolsas o cajas rígidas?
No todos los métodos de almacenamiento sirven igual en un entorno con polvo, humedad y movimiento constante. Acá un resumen rápido:
- Bolsas plásticas grandes: pueden servir para ropa o textiles, pero no protegen de golpes ni del calor.
- Cajas de cartón: son accesibles, pero poco resistentes a la humedad y tienden a deformarse si se apilan.
- Cajas plásticas con tapa: son las más recomendadas. Son herméticas, apilables, protegen del polvo y no se dañan fácilmente.
Si tienes que guardar objetos frágiles, papeles importantes o elementos eléctricos, este último tipo de caja ofrece mucha más seguridad.
Cómo organizar lo que guardas
La clave está en evitar el clásico “¿dónde dejé eso?” cuando lo necesites en medio de la obra. Algunos consejos útiles:
1. Clasifica por categoría
Agrupa tus cosas por tipo: cocina, ropa de cama, papeles, tecnología, decoración, etc. Esto hará mucho más fácil ordenar después.
2. Crea una caja de “cosas esenciales”
Guarda en un solo lugar lo que podrías necesitar durante la remodelación: documentos, llaves, cargadores, herramientas básicas, remedios o cualquier cosa que no puedas perder de vista.
3. Etiqueta todo de forma visible
Pon etiquetas grandes y claras con el contenido y el destino de cada caja: “Ropa invierno”, “Libros sala”, “Utensilios cocina”. Mientras más específico, mejor.
4. Haz un inventario básico
No necesitas un sistema sofisticado. Basta con una lista escrita o en el celular para saber cuántas cajas guardaste y qué hay en cada una.
¿Y si no tengo espacio para guardar dentro de la casa?
Cuando el nivel de la obra es alto y afecta todo el espacio habitable, una opción muy práctica es arrendar una minibodega por semanas o meses. En Chile, hay muchas empresas que ofrecen este servicio con acceso controlado y seguridad las 24 horas.
Otra alternativa es pedir ayuda a familiares o amigos que puedan prestarte una pieza o espacio techado por un tiempo. Solo asegúrate de que las cajas estén bien selladas y ordenadas, para no entorpecerles la vida a ellos tampoco.
Seguridad: más vale prevenir
Durante una remodelación entran y salen muchas personas. Aunque confíes en los trabajadores, es importante tener cuidado con tus objetos personales:
- Guarda cosas de valor fuera de casa si es posible (joyas, laptops, documentos sensibles).
- Evita dejar pertenencias visibles en zonas de tránsito.
- Usa cajas cerradas o maletas con llave si necesitas dejarlas en el lugar.
Una remodelación puede durar semanas o meses. Si partes con una buena estrategia de almacenamiento, evitarás perder tiempo, energía y hasta dinero en reemplazar cosas que podrían haberse protegido desde el principio.
Dedicar un día a guardar bien ahora, te puede ahorrar muchos dolores de cabeza después.