Mudarse a un edificio antiguo puede ser una experiencia única y poderosa. El carácter, el encanto y la historia de estos edificios ofrecen una profundidad de significado que puede hacer que una casa se sienta extraordinaria. Sin embargo, vivir en edificios antiguos también conlleva retos únicos. Desde el moho, las grietas y los suelos fríos, hasta los caseros impredecibles y la gasfitería impredecible, merece la pena considerar los factores implicados antes de dar el salto.
Investigar tu posible edificio antiguo
Es importante que averigües toda la información sobre el edificio antiguo que estás considerando antes de tomar una decisión firme de mudarte. Asegúrate de obtener una evaluación exhaustiva del edificio, que incluya la comprobación de grietas y aislamiento en las paredes. No es raro que los edificios antiguos tengan un mal aislamiento, lo que puede provocar facturas de calefacción elevadas y habitaciones frías. Recuerda que algunos edificios antiguos están catalogados, lo que puede afectar a futuras reparaciones o renovaciones. Esto puede ser una bendición o una maldición, según tus necesidades y presupuesto.
Respeta la historia del edificio
Muchos edificios antiguos tienen un gran valor histórico. Es importante respetar la historia del edificio. Lo más probable es que tengas que firmar un contrato de arrendamiento, que puede incluir restricciones sobre dónde y cuándo puedes hacer cambios en la propiedad. Es esencial respetar estas restricciones y no hacer ninguna modificación en el edificio sin hablar antes con el propietario.
Conoce al propietario
Es muy probable que el propietario de cualquier propiedad antigua tenga una personalidad única y unos cuantos defectos. Es esencial conocer a tu posible casero antes de adquirir ningún compromiso a largo plazo. Pregunta a los arrendadores actuales con qué frecuencia pasa el casero por allí, o cómo ha sido su experiencia con él. También es buena idea reunirse con el propietario en persona. Esto te dará la oportunidad de valorar tu futura relación y asegurarte de que es algo con lo que te sientes cómodo.
Valora tus habilidades de mantenimiento
Los edificios antiguos requieren mucho más mantenimiento que los modernos, especialmente los que no se han actualizado. Tú serás responsable de mantener tu propiedad en buenas condiciones, y algunas cosas, como los suelos que crujen, pueden requerir una atención especializada. Es importante que pienses si eres capaz o no de realizar cualquier tarea de mantenimiento asociada a la propiedad antes de tomar ninguna decisión.
Considera tu presupuesto
Vivir en un edificio antiguo puede ser significativamente más caro que vivir en uno más moderno. Los edificios antiguos suelen tener mayores costes de reparación y mantenimiento, por lo que es importante tener en cuenta lo que tu presupuesto permite. Además, algunos edificios antiguos tienen un precio de alquiler más elevado por el carácter y el encanto que ofrecen. Asegúrate de averiguar exactamente cuánto vas a gastar cada mes antes de tomar ninguna decisión.
Habla con los arrendadores actuales
Una de las mejores formas de hacerse una idea real de cómo es vivir en un edificio antiguo es hablar con los inquilinos actuales. Ellos son los expertos sobre el terreno y pueden contarte cómo es realmente, en comparación con lo que te puedan decir el propietario o los vecinos potenciales. También pueden darte un resumen de los servicios disponibles, como lavandería y aparcamiento. También es buena idea conocer a tus vecinos potenciales antes de adquirir ningún compromiso a largo plazo.
Tomar la decisión final
Después de considerar todos los factores anteriores, piensa detenidamente antes de tomar tu decisión final. Si decides mudarte a un edificio antiguo, asegúrate de que obtienes toda la información necesaria del propietario y de que tienes un contrato de arrendamiento firmado. Felicidades por tu nueva aventura. Estamos seguros de que disfrutarás de la experiencia única que supone vivir en un edificio antiguo.