¡Ya es hora de mudarse! Estás intentando hacer frente a todos los problemas potenciales que conlleva una transición tan importante: empaquetar tus pertenencias, embalar tu casa y asegurarte de que nada se rompe o se pierde. Pero lo primero es lo primero: ¿qué pasa con tus plantas de interior? Las plantas de interior pueden ser muy sensibles a los cambios en su entorno y pueden necesitar un poco más de cariño para sobrevivir a la mudanza.
Empieza pronto
Asegúrate de que tienes tiempo suficiente para prepararte para el proceso de mudanza, y establece un calendario para cuando quieras empezar a realizar tareas específicas relacionadas con la mudanza. Lo ideal es empezar a trasladar las plantas al menos seis semanas antes de la mudanza. Esto les dará tiempo para aclimatarse a su nuevo entorno y a ti para controlar su estado y ajustar tus planes si es necesario.
Empaca con cuidado
Las plantas son bastante frágiles, por lo que hay que tener cuidado al empacarlas para una mudanza. En primer lugar, intenta elegir macetas que mantengan el sistema radicular relativamente intacto, lo que ayudará a minimizar el choque para la planta. Puedes utilizar materiales blandos para amortiguar las macetas mientras están en tránsito.
Selecciona un método de transporte
Al elegir un método de transporte para tus plantas, asegúrate de tener en cuenta el clima, la distancia y la época del año. Si te mudas en verano y haces un viaje de corta distancia, tal vez puedas transportar las plantas en tu propio vehículo. Sin embargo, si la mudanza va a durar mucho tiempo, o si te mudas en invierno, puedes plantearte contratar a una empresa de mudanzas profesional, que tomará las medidas necesarias para que tus plantas lleguen sanas y salvas a su nuevo hogar.
Adaptarse a su nuevo entorno
Una vez finalizada la mudanza, tómate un tiempo para desembalar las plantas y darles los cuidados que necesitan para adaptarse a su nuevo entorno. Empieza por comprobar si hay signos de estrés o daños, y toma medidas para asegurarte de que las plantas reciben la cantidad adecuada de luz, agua y humedad. Los cuidados exactos que necesitará cada planta pueden variar, pero, en general, deberás asegurarte de que estén colocadas en un lugar que reciba la cantidad adecuada de luz solar y de que la tierra se mantenga húmeda pero no excesivamente saturada.
Prepárate para el futuro
Si te mudas de un lugar con un clima muy distinto al de tu nueva casa, puede ser necesario ayudar a las plantas a adaptarse a su nuevo entorno. Intenta mantener la temperatura de tu nueva casa a un nivel que resulte cómodo para tus plantas, y si te has trasladado a una zona con niveles de humedad muy diferentes, intenta tomar medidas para crear la humedad necesaria.
Asegúrate también de que compruebas la tierra de tus plantas unas cuantas veces a la semana para comprobar que no están demasiado secas ni demasiado húmedas, y ajusta el programa de riego en consecuencia.
Mudarse nunca es un proceso fácil, y trasladar plantas de interior puede ser aún más difícil. Sin embargo, con un poco de planificación y preparación cuidadosas, es posible garantizar que tus plantas de interior harán la mudanza con el mínimo estrés. Empieza pronto y empaqueta las plantas con cuidado, y luego asegúrate de que se adaptan a su nuevo entorno y se preparan para el futuro, para que tus plantas prosperen en su nuevo hogar.