La mudanza es una experiencia desalentadora incluso para los mudanzeros más experimentados. Hay numerosas razones por las que trasladar tus posesiones puede ser una de las actividades más estresantes, que más tiempo consume y más costosa que emprenderás. Desde gastos inesperados hasta la pérdida de posesiones valiosas, hay una gran variedad de cosas que pueden salir mal en una mudanza. Por tanto, dedicar tiempo a planificar y prepararse ayudará a que todo se desarrolle sin problemas y a que tus pertenencias personales lleguen sanas y salvas. Para hacer un poco más fáciles los típicos retos logísticos de la transición a un nuevo hogar, hemos elaborado una lista de errores comunes en las mudanzas y algunos consejos útiles para evitarlos.
Planificar con antelación: La clave de una mudanza con éxito
Una de las equivocaciones más comunes al hacer una mudanza es empezar a prepararse demasiado tarde. Independientemente de que te vayas a mudar dentro de la ciudad o a una parte del país completamente distinta, la clave para una mudanza con éxito y sin estrés es empezar a planificar y llevar a cabo las tareas básicas lo antes posible.
Una vez que conozcas la fecha de la mudanza, es hora de organizarse. Crea una lista exhaustiva de todo lo que hay que hacer antes de la mudanza. Esto incluye artículos que hay que comprar para empaquetar, trámites que hay que realizar y establecer objetivos para saber cuándo se completarán tareas específicas. Reserva tiempo cada día para empezar a ocuparte de estas tareas y comienza a prepararte investigando distintas empresas de mudanzas, opciones de embalaje y estrategias para ahorrar dinero.
No olvides los detalles
De la misma manera, descuidar el trabajo administrativo, como cambiar las tarjetas de dirección, los seguros y otros documentos legales antes de la mudanza, puede suponer un desastre. Es importante que los que se mudan se pongan en contacto con las personas adecuadas en la oficina de correos, sus bancos y cualquier otro contacto que les envíe correo ordinario, para notificarles la actualización. Pasar por alto este detalle puede crear un lío enorme y llevar tiempo, dinero y energía resolverlo.
Empaque inteligentemente para ahorrar tiempo y dinero
Otro error común en las mudanzas es no utilizar el espacio de empaque de forma efectiva. Darse tiempo para empaquetar cada caja cuidadosamente es la mejor manera de asegurarse de que todas las pertenencias llegarán a la nueva ubicación en una sola pieza. Empaque con suavidad y no se exceda para ahorrar espacio y evitar lesiones al levantar cajas pesadas. Asegúrate de etiquetar todos los artículos con su destino para que sea fácil desembalarlos una vez que lleguen.
Utilice mantas de mudanza y papel de burbujas para proteger los objetos delicados. Espere a comprar materiales de embalaje, como cajas; papel de embalaje; y cinta adhesiva, hasta que tenga un inventario de lo que va a llevar. Visite su supermercado local o almacén y pida cajas usadas; esta sencilla acción puede ahorrarle dinero que podrá destinar a otros fines.
Tome Inventario de lo que tienes
Además, puede ser fácil perder de vista los objetos si no tiene cuidado al empaquetar y puede provocar que se dañen. Tómate tu tiempo para hacer un inventario de los objetos que vas a trasladar. Asegúrate de apuntar los números de serie y modelo de los objetos de valor y guarda esta lista en un lugar seguro para acceder a ella fácilmente.
Elige una empresa de mudanzas de confianza
Otro error común es no investigar adecuadamente cuando se trata de empresas de mudanzas. Elegir la empresa adecuada puede hacer que la mudanza sea un éxito o un fracaso, por lo que es importante hacer los deberes antes de reservar. Pide recomendaciones a amigos y familiares que se hayan mudado recientemente. Si vas a utilizar una empresa de mudanzas, ten en cuenta el peso y el tamaño de la carga, el tiempo local y la calidad del servicio de atención al cliente que ofrece la empresa, y compara varios presupuestos antes de tomar una decisión.
Prueba la nueva vivienda
Por último, antes de mudarte, tómate un poco de tiempo para inspeccionar la nueva vivienda. Busca en el ático y el garaje, y comprueba que cada habitación cumple las normas que te prometió el casero o vendedor. Lleva una linterna para poder identificar las posibles plagas, desagües obstruidos u otros defectos potenciales que hay que solucionar.
Sólo recuerda que, aunque mudarte puede parecer una pesadilla, también puede ser una aventura si te tomas tu tiempo para planificar y prepararte. Acepta el cambio y saca el máximo partido a tu mudanza empezando hoy con estas sencillas tareas. Utiliza este consejo para asegurarte de que tú y tus pertenencias hagáis una transición fluida y segura a la nueva ubicación.