Cambiarse de casa con niños es como jugar Tetris… pero con piezas que se mueven solas, hacen preguntas cada 5 minutos y se encariñan con una caja vacía.
Las mudanzas en familia tienen su propio nivel de dificultad. No se trata solo de embalar bien, sino de lograr que el proceso no sea traumático ni para ellos ni para ti. Que no se pierdan juguetes importantes, que duerman tranquilos, que entiendan lo que está pasando… y que tú llegues al nuevo hogar con energía para desempacar.
Acá van consejos realistas para vivir una mudanza con niños sin colapsar en el intento.
1. Cuéntales lo que va a pasar (aunque sean chicos)
La anticipación ayuda mucho. Incluso si son pequeños, cuéntales con tiempo que van a cambiarse de casa, dónde van a vivir, qué va a pasar con sus cosas, con su pieza, su colegio o jardín.
Usa un calendario visual, dibujos, fotos o videos si hace falta. Mientras más concreto, mejor. Un niño que sabe qué esperar colabora más y se estresa menos.
2. No guardes todos sus juguetes de una
Uno de los errores más comunes es embalar toda la pieza infantil al principio para “avanzar”. Pero si les dejas sin nada familiar por varios días, es probable que aumenten los berrinches, el insomnio y el mal humor.
Lo ideal es hacer una selección de juguetes esenciales y dejarlos fuera hasta el final. Y si tienen apego con objetos específicos (una mantita, un peluche, un libro), eso va en la mochila personal del niño, contigo todo el tiempo.
3. Dales pequeñas tareas (que puedan hacer bien)
A los niños les encanta sentirse útiles. Dales misiones simples como poner stickers en sus cajas, guardar sus libros, elegir qué peluches viajan con ellos.
Así sienten que participan del proceso en vez de vivirlo como algo que se les impone. Y tú ganas ayudantes motivados… aunque sea por unos minutos.
4. Haz una caja especial de “supervivencia infantil”
Esta caja es tu salvavidas. ¿Qué debe incluir?
- Ropa cómoda para 2 o 3 días
- Juguetes o libros favoritos
- Snacks
- Artículos de higiene
- Medicamentos (si usan)
- Manta o almohada que reconozcan
- Un par de cosas que los entretengan en el nuevo lugar mientras tú desembalas
Guárdala aparte y asegúrate de tenerla a mano apenas llegues.
5. Mantén su rutina lo más normal posible
Aunque estés en plena mudanza, intenta mantener horarios de comida, siestas y hora de dormir. Eso les da una sensación de normalidad dentro del caos.
Y si puedes, traslada su pieza como la última en empacar y la primera en armar. Tener su cama, su frazada y sus cosas en el nuevo lugar ayuda mucho a que se adapten mejor.
6. Evita mudanzas maratónicas
Si puedes, evita hacer todo en un solo día. Las mudanzas con niños funcionan mejor en etapas. Una buena opción es dejar a los niños unas horas con alguien de confianza mientras se hace el traslado pesado, y luego integrarlos cuando el espacio ya esté más ordenado y seguro.
7. Cuidado con las cosas que se pierden (porque pasa más de lo que crees)
Los juguetes chicos, calcetines sueltos, figuras de colección, piezas de LEGO, partes de juegos… todo eso desaparece fácil si no se guarda bien.
Lo ideal es usar cajas plásticas cerradas o contenedores transparentes con tapa, etiquetados por niño o por categoría. Así evitas el clásico: “¿dónde está el rayo McQueen azul que va con ese otro rayo McQueen rojo que no me sirve sin el azul?”
Cambiarse con niños no tiene que ser un desastre
No te vamos a mentir: es cansador. Pero también puede ser una experiencia entretenida, participativa y con buenos recuerdos si lo organizas con tiempo, los involucras y no te olvidas de lo importante.
Con paciencia, estructura y uno que otro chocolate escondido para ti, vas a sobrevivir… y ellos también.